Sólo una mujer de primera estudia literatura con la misma pasión con la que canta en el legendario club nocturno cubano, Tropicana. Celia Cruz es una mujer de primera, que además de prepararse para dar clases de literatura y cantar en clubes nocturnos, fue locutora de radio, y estudió en el conservatorio.
Sus padres eran humildes, pero siempre la impulsaron a estudiar. La preparación rindió sus frutos. Cuando era una adolescente ganó un concurso de nuevos talentos llamado, La Hora del Té. Este concurso le abrió las puertas para incorporarse al grupo La Sonora Matancera en 1950. Fue con la Sonora que Celia abandonó el régimen castrista para dirigirse a Estados Unidos, una década después.
Desde su exilio en Nueva York fue una fiel activista contra el régimen de Fidel Castro, cuyo gobierno le negó la visa para asistir al sepelio de su padre.
"No pisaré Cuba hasta que no se vaya Fidel Castro", dijo a Univision.com en 2001.
A principios de 2003, Celia fue diagnosticada con un cáncer encefálico, del que fue operada de urgencia. Calificó su estado de salud como un descanso, porque jamás ha pensado en retirarse.
"La música es el regalo más grande que Dios me dio, a menos que él me lo quite, no dejaré de compartir esta bendición con todo el mundo", dijo.
Durante su larga trayectoria, Celia ha grabado más de cincuenta discos, ha protagonizado un papel en The Mambo Kings con Antonio Banderas y ha participado en numerosos programas de televisión y telenovelas mexicanas.
La llamada "Guarachera de Cuba", Celia Cruz, falleció en su penthouse de Fort Lee, Nueva Jersey, el 16 de julio de 2003 a los 77 años de edad, víctima del cáncer encefálico.
Sus restos mortales se trasportaron a Miami para ser velados en la Torre de la Libertad. Fueron regresados a Nueva York, donde recibieron sepultura el 22 de julio en el cementerio de Woodland, en el Bronx.